Estaba en lo más alto del podio. Mostraba su medalla de oro con satisfacción. A la vez le era imposible contener las lágrimas. Fátima Ohuaddou lloró, pero lo hizo de felicidad. Y no era para menos, pues era campeona de Europa de maratón. Ocurrió el pasado domingo, cuando la atleta afincada en Aguilar de la Frontera olvidó en Bélgica varios trances complicados tras su salto a la élite mun
Para seguir leyendo suscríbete
¿Ya estás suscrito? Inicia sesión
Opciones de suscripción
Cuatrimestral 2025
12,25€
12,95€
Cada 4 meses
Pago recurrente
12,25 € cada 4 meses (periódica)
PROMOCIÓN VÁLIDA HASTA EL 1 DE ENERO DE 2026