Desde hace varias jornadas es perceptible la tensión en Segunda. Resulta normal, pues toca a su fin la temporada. Y eso significa que no existe margen de error para quienes aún tienen que hacer sus deberes. El ejemplo más claro de estrés competitivo está en el Real Zaragoza, que cerró la fecha 40 del campeonato con un enfado mayúsculo. No están contentos en La Romareda con los árbitros.
Para seguir leyendo suscríbete
¿Ya estás suscrito? Inicia sesión
Opciones de suscripción
Cuatrimestral 2025
12,25€
12,95€
Cada 4 meses
Pago recurrente
12,25 € cada 4 meses (periódica)
PROMOCIÓN VÁLIDA HASTA EL 1 DE ENERO DE 2026