El Córdoba CF ha tenido que pedir al Club Atlético Osasuna una moratoria en torno al pago que los blanquiverdes debían acometer en torno a Jaime Romero. El plazo acababa el pasado 30 de septiembre y la cantidad a abonar es de 500.000 euros más IVA. La historia del fichaje de Romero fue que el jugador pidió la carta de libertad a Osasuna, tras el descenso de Primera, con idea de irse a jugar al fútbol extranjero. La entidad navarra se la concedió, pero incluyó una cláusula de compensación por esa cantidad si finalmente el futbolista fichaba por un equipo de la Primera o Segunda División, como así pasó en el caso del Córdoba.
La operación se cerró en el verano de 2017, con los González y sus responsables deportivos al mando, pero había que pagarla ahora, al acabarse el plazo. El Córdoba ha tenido que contactar con Osasuna y transmitirse simple y llanamente que ahora mismo no puede acometer el pago y que necesita un margen para hacerlo.
Según las fuentes consultadas, la entidad navarra, que ha estado a veces en situaciones similares, ha entendido el asunto y ha concedido ese tiempo, pero evidentemente va a pedir, si no lo ha hecho ya, una garantía de pago al presidente Jesús León. Sólo en caso de que ésta no existiera o surgieran dudas serias actuarían, aunque no lo harían con una denuncia judicial, sino ante la Liga de Fútbol Profesional, que resolvería el asunto tras escuchar a los partes en el plazo de unos días.
Esta situación, que se una a la confirmada plenamente de impagos a entrenadores de la cantera contada en este periódico hace un par de semanas, viene a reafirmar la situación de estrechez económica del club, con pérdidas reconocidas en torno a los 3 millones de euros la pasada temporada y una indemnización pendiente de abonar a Luis Oliver tras su salida de la entidad.