¿Tienes en mente comprar una pala de pádel pero no quieres caer en los errores más frecuentes? Si no quieres comprar dos veces, en la siguiente guía analizamos los errores comunes al comprar una pala de pádel y cómo evitarlos. Acierta a la primera.
Los errores más frecuentes al comprar una pala de pádel
A la hora de comprar una pala para jugar al pádel, encontrarás distintas opciones en el mercado. Por ejemplo, las palas de pádel lágrima, pero, ¿cuál es mejor opción? Analizamos los errores más comunes.
Comprar una pala sólo por su diseño
El principal error de novato al comprar una pala de pádel es comprarla sólo por el diseño, porque te gusta o te parece bonita. Mucho cuidado con dejarse llevar por la estética, porque podría no ser la mejor opción para ti.
Piensa que las marcas de pádel lanzan a menudo modelos atractivos que pueden gustar más que otros. Pero ojo con mirar sólo el diseño, porque podrían estar pensadas para jugadores avanzados, con un alto nivel técnico y físico.
¿Cómo identificarlas? Estas palas suelen tener características como un balance alto, forma de diamante y materiales duros, lo que da mucha potencia, pero también requiere de más nivel técnico.
Si eres un jugador de nivel principiante o intermedio, es mejor que elijas una pala para ese nivel, no por su diseño. Prioriza siempre la forma, peso, balance y materiales por encima del diseño. No la elijas por la marca o porque te gusta, sino porque es la que mejor se adapta a ti.
No tener en cuenta el peso de la pala
Otro de los factores más importantes a la hora de comprar una pala de pádel, es su peso. Es fundamental y sin embargo pasa desapercibido muchas veces.
Una pala muy pesada puede generarte fatiga muscular o incluso aumentar el riesgo de lesiones, especialmente en el codo (epicondilitis o codo de tenista). En cambio, una pala de pádel demasiado ligera puede darte menos estabilidad, potencia y precisión.
¿Qué pala elegir? ¿Cómo saber cuál es el peso ideal? Para que te hagas una idea, el peso medio de las palas está entre 360 y 375 gramos. Para jugadores que buscan poder maniobrar más o tienen lesiones previas, es mejor una pala más ligera de entre 340 y 355 gramos. En el caso de jugadores más fuertes o experiencia pueden optar por modelos más pesados. La clave está en encontrar un equilibrio.
Comprar la pala sin haberla probado antes
Lamentablemente, otro error frecuente es comprar la pala por internet sin haberla probado antes. Aunque las compras online son cómodas y suelen ofrecer buenos precios, comprar sin antes probarla puede ser un riesgo, sobre todo si no sabes bien lo que necesitas ni conoces las diferencias entre una pala y otra.
Siempre que sea posible, prueba la pala antes de comprarla. En tiendas especializadas o clubs de pádel encontrarás distintos modelos para probar, así verás cuál se te ajusta mejor a ti. Luego, ya puedes decidir si comprarla online o en tienda.
No tener en cuenta el material a la hora de comprar la pala
Otro de los errores más comunes al comprar una pala de pádel, es no considerar el material. Lo cierto, es que el material de fabricación influye en varios aspectos, como el rendimiento, a durabilidad y la sensación del golpeo. Todo cambia.
Muchas veces los jugadores empiezan en el pádel y compran una pala al azar, porque les gusta el diseño. Para evitar que esto suceda, es fundamental considerar el tipo de material.
Por ejemplo, las palas de fibra de vidrio resultan más flexible, económica y cómodas; son ideales para principiantes. En el caso de necesitar más potencia y rigidez, para nivel intermedio las de fibra de carbono van muy bien. Luego, también están las de Goma EVA, más blandas o más duras. Pruébalas y escoge la ideal para ti.
¡Acierta al comprar tu pala de pádel teniendo en cuenta estos tips!
