(Actualizado 16.30 horas). El jugador de balonmano cordobés Carlos Molina, integrante del Motor Zaporozhye, ha podido al fin este lunes abandonar una Ucrania en guerra desde el pasado jueves tras la invasión ordenada por el presidente de Rusia Vladimir Putin. La mejor noticia tras su preocupante petición de ayuda lanzada en las primeras horas de este domingo. Alrededor de las 15.15 horas el cordobés lograba llegar a Polonia para comenzar a poner fin a una pesadilla.
El cordobés explicó en redes sociales que “anoche todo dio un giro inesperado”. “Tras unas decisiones tomadas, algunas negociaciones y ayuda de la Embajada de Lituania, tuvimos mucha suerte de encontrar una vía para posicionarnos a menos de 5 kilómetros de la frontera. “Posiblemente hoy o mañana pisemos suelo europeo“, añadía.
El horror de una guerra
Ha sido dicho y hecho, y a primera hora de la tarde ha podido acceder a Polonia y escapar de este infierno sobrevenido. La crudeza de su mensaje del domingo era más que elocuente: “Tenemos mucho miedo por una invasión en todo el país por parte de Rusia”.
“Están tiroteando calles, bombardeando edificios, todo Dios escondiéndose con un temor horrible y las tropas enemigas cada vez más cerca de nuestra posición”, decía en su petición de ayuda, que se hacía viral.
Angustia
Molina deja atrás una tremenda experiencia que seguramente cambiará para siempre la vida del que fue en su día internacional con los Hispanos. Todo ello sin olvidar la preocupación por la suerte de sus compañeros nacionales del equipo, que debían estar en territorio ucraniano por la invasión.
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