El mundo del deporte, y más concretamente el fútbol, no siempre están relacionados con los pronósticos y apuestas deportivas. En otras ocasiones, y cada vez más, se establece una estrecha relación entre deportistas y casinos, bien sea a través de establecer patrocinios deportivos o porque los futbolistas (o deportistas de otras disciplinas) se adentran en los juegos que se encuentran en el casino, como se trata en el póker, u otras personas anónimas se presentan en los casinos a echarse unas partidas a los ‘slots’ con tintes futbolísticos. Una relación de estrecha entre juegos, fútbol y casinos.
Las distintas plataformas de casinos online, e incluso los físicos, vieron en los deportes, y los deportistas, un verdadero filón publicitario. No era complicado de imaginar. El deporte, y mucho más concretamente el balompié, cuenta con más de 4.000 millones de seguidores a lo largo y ancho de los cinco continentes. Los réditos publicitarios son enormes, al tiempo que los clubes y futbolistas ven reforzado su balance económico. Es una comunión beneficiosa para ambos sectores. De hecho, tanto casinos, como entidades deportivas y futbolistas, han visto aumentan su visibilidad gracias al aumento de la tecnología y la globalización. Es más, muchas de empresas de casinos y de clubes de fútbol cotizan en bolsa.
Pero volviendo a los casinos, ¿qué relación encontramos entre los casinos y el deporte como el fútbol? Básicamente, aparte de los patrocinios, los jugadores juegan a las cartas en los casinos, concretamente al póker, uno de los juegos más conocidos de los casinos. Algunos futbolistas, incluso, acaban convirtiéndose en jugadores semiprofesionales de este tipo de juego de naipes. Esta relación se ha visto potenciada en estos últimos tiempos de cierta convulsión social debido también al considerable aumento en importancia de la digitalización. Debemos recordar que jugar una partida de cartas en el casino se puede hacer en modo presencial o en modo online. Lo tradicional va dan paso, progresivamente, a los numerosos y continuados avances digitales, como bien demanda esa nueva generación de jóvenes, que aúnan juegos, deporte y tecnología.
Partidas y publicidad
Porque, por ejemplo, otro juego muy popular en cualquier casino de prestigio es la tragaperras o tragamonedas; con estos nombres se conoce a este juego consistente en hacer coincidir tres frutas, de un mismo color o tipo, en una misma tirada. Eso, actualmente, es casi prehistórico. Ahora, los jóvenes otorgan otro nombre y son los ‘slots’, algunos de los cuales han cambiado las frutas por motivos futbolísticos, o del deporte que toque. La tecnología ha permitido incluir iconos como un balón de fútbol, imágenes de equipos o jugadores, equipaciones o cualquier otro icono con motivo deportivo. Porque esto no sucede solo en el fútbol. Hay otros deportes a los que también se puede jugar en los casinos. Obra y gracia de la tecnología.
Pero si volvemos al tema de los famosos deportistas, más bien futbolistas, que acuden al casino a demostrar sus dotes con los naipes, debemos nombrar a estrellas del balón como Piqué. El jugador del Barcelona es un asiduo de algunas partidas con un cierto bote económico sobre el tapete verde. Y al igual que gana en el campo, éste suele ganar con las cartas. Esto no sólo sirve para aumentar su cuenta corriente, sino que también sirve como reclamo publicitario. Y hay más aportaciones. Aunque algunos lo relacionan con hábitos poco recomendables para los deportistas, más bien en temas de imágenes; otros, por otra parte, indican que participar en determinadas partidas de cartas u otros juegos de este calibre (que exija un cierto trabajo mental) es favorecedor, pues mueve la mente y mantiene activa la competitividad del deportista.
Siguiendo con otros deportistas que se dejan caer por casinos, podemos nombrar a Cristiano Ronaldo o Neymar; ambos en una doble faceta, de jugarse unas partidas, pero sin llegar a los éxitos económicos de Piqué. Por si no lo recuerdan, el central del Barcelona llegó a embolsarse cerca de 130.000 euros en una única partida. El portugués y el brasileño se decantan más por el apartado publicitario. Obviamente, hay menos riesgo económico. Otros como Buffon o Vardy aún se decantan por las partidas de cartas en los casinos, en lugar del aspecto publicitario. Ellos también valoran la parte de ocio y emoción que se vive cuando se acude a un casino. Y no sólo a las cartas, muchos otros visitan los casinos para echarse unas rondas a la ruleta, aunque aquí la mecánica es más sencilla y la mente no se ejercita tanto como en encuentros con naipes.
Otro futbolista, ya no en activo, que se mueve bien en estos ambientes de casinos es el inglés David Beckham, quién aparte de sus éxitos como empresario, suele acudir a algún encuentro de naipes en alguna mesa de casinos de Montecarlo, Londres o Las Vegas. Porque estos deportistas se mueven en casinos de cierta entidad y algunos acudan a eventos mientras se lo permitan sus actividades. Ya saben de la importancia de deporte, deportista, casino y publicidad.
Jugadores profesionales de casinos
Finalmente, en esta relación entre deporte y casinos debemos mencionar a antiguos futbolistas que acabaron cambian de profesión. Aparcaron el balón y se dejaron caer por las mesas de los casinos para demostrar sus habilidades con las cartas. Se trata del caso del sueco Thomas Brolin (en algún torneo ha llegado a ganar más de 40.000 euros), el que fuera delantero de Chelsea y Aston Villa, Toni Cascarino, o el inglés Teddy Sheringham, con años de gloria en el Manchester United. Futbolistas que encontraron en los casinos una salida profesional. Ahora, sin mucha presencia presencial en los casinos resultará extraño no verles, pero sí podemos seguir sus habilidades en algunos encuentros que los casinos realizan a través del entorno online. Y de paso, como aficionados, tratar de imitarlos jugando al póker, a la ruleta o a los ‘slots’ deportivos que podemos encontrar en los casinos online, y no siempre es necesario gastarse un dinero, porque hay muchos juegos de casinos virtuales que son gratuitos y que sirven de mero pasatiempo y práctica de cara a ocasiones en donde decidamos jugarnos unos euros, siempre con responsabilidad.